viernes, 28 de junio de 2013

Amarillos...

  Ultimo año de instituto. Esa es la frase que define los 8 o 9 meses (no tengo ganas de contar) que acabo de pasar. Libertad. Esa es la palabra que define los siguientes 3 o 4 meses hasta empezar la Universidad en la carrera que espero hacer... Sino, la segunda carrera elegida tampoco estará mal.

  En este año académico, han pasado muchas personas que no las volveré a ver seguramente en mucho tiempo, o por lo menos, no en la medida que las veía hasta ahora. Como Albert Espinosa ("El Mundo Amarillo") dijo en su libro, esas personas son Amarillos (o naranjas, o Rojos, o Verdes, quizás lo menos importante de todo eso sea el nombre).

  No son personas indispensables en la vida, porque esas personas no son mis amigos, amigos que se que tendré siempre, o mínimo en el futuro cercano (nunca se sabe lo que puede pasar), pero si son personas que han enseñado a un servidor cosas sobre la vida, sobre el día a día, o cosas más simples como el colegio, sobre un videojuego, sobre una acción...

  Los amarillos (pido perdón a Albert si uso esta palabra), son personas que antes o después, han marcado en mayor o menor medida un momento de tu vida. ¿Por que no llamarlos conocidos entonces? Yo hasta ahora los había llamado así. Personas que conoces y que habéis dirigido unas palabras, pero poco más... Pero entonces he entendido, que tengo muchos conocidos, que no son amarillos, ya que no han marcado para nada en mi vida, pero tampoco son amigos. Así que mi reflexión tras leer "El Mundo amarillo" sería:

    Conocidos --> Amarillos --> Amigos

  Hay conocidos que me han marcado para mal, y pese a que no hayan sido positivos en mi vida este último año, los considero amarillos, por tanto, ese esquema para Mí no es un esquema de afecto o amistad, es un esquema de importancia en mi vida.

  No doy nombres, obvio. Pero si creo que todos los que lo lean y me conozcan, sabrán si han hecho algo como para ser Amarillos o Conocidos. Y por cierto, mis amigos, también son en parte Amarillos, porque podríamos decir que ellos son los que más han marcado mi vida.

  Ya seáis amarillos, conocidos o amigos, creo que podéis sentiros orgullosos de formar parte de la vida de decenas de personas. Porque lo importante no es ser una cosa u otra, sino sentirte importante para alguien.