jueves, 16 de mayo de 2013

18 años... Repaso a mi vida

  Joder, ya tengo los 18 años. ¿Quién iba a decir hace diez años que todo se pasaría tan rápido? Pensé que en todos estos años viviría muchas mas cosas de las que he vivido; pero me conformo con lo que soy, con lo que me he hecho, con lo que me he convertido a lo largo de todos estos años. Los 18 años son una edad complicada: la libertad aumenta y no creo que pueda saber como administrarla; no me quiero convertir en un chico libre que va pegando a mansalva a sus padres porque les corta la respiración...



  Seguidamente, haré un repaso por todos mis años...

1-3 años... No recuerdo gran cosa. Vivía en Barcelona y mis padres se separaron... No es algo que me guste, peeeero, creo que es una experiencia que me ha hecho madurar

3-5 años... Infantil. Esa época que todos tenemos. Yo ya vivía en Granada y aquí fue donde hice a mis primeros grandes amigos. Todos tenemos una mentalidad inocente y simple. Es la segunda etapa más feliz de mi vida.

6-12 años... Primaria. Una época dura. Al inicio vives en los mundos de los Santos Inocentes. Pero al pasar los años y acercarte cada vez más a la ESO, la vida se complica. El cambio se hace completamente cuando haces la comunión; te crees mayor por haberte introducido en el mundo cristiano, pese a que cuando sigues creciendo no eres para nada creyente. Asi era yo.

13-16 años... ESO. Eso es lo que digo yo. Es la época que menos  me gusta. Fue la época donde sentí con mal resultado que es la libertad y me recogí en mi familia. Eso si, aprendí muchas cosas que me han servido y servirán durante toda la vida.

17-18 años... Bachiller. Mi mejor etapa. Una etapa que he vivido con tranquilidad, sabiendo lo que quiero en un futuro, y por primera vez, no me sentía perdido.

  Todos deberíais hacer una reflexión sobre vuestra vida a los 18 años. Hay detalles que me he guardado porque quizá los he querido olvidar, o quizá los he querido omitir por simplemente no ser influyentes. Creo que todos tenemos etapas mejores y peores y es bueno recordarlas para no repetir las malas, y para conseguir otra vez las buenas.

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